![]() |
Alfred Dehodencq, baile de gitanos en los jardines del Alcazar |
Hasta mediados del siglo XIX no apareció la palabra “flamenco” para hacer referencia a los cantes y bailes de la región andaluza. El término no se sabe con seguridad de donde proviene, aunque la hipótesis más aceptada sostiene que es una derivación de la palabra musulmana “fellah min gueir ard”, que significa “campesino errante”.
Al principio solo había cante, más adelante se añadió el compás, el baile y la guitarra. Durante los siglos XVIII y XIX se asentó sobre todo en los barrios gitanos de las ciudades del sur de Andalucía, destacándose la zona situada entre Sevilla, Cádiz y Jerez de la Frontera. Pronto los que no eran gitanos, los payos, también empezaron a interesarse por el flamenco, extendiéndose su notoriedad más allá de los límites geográficos andaluces.
El flamenco es una de las manifestaciones artísticas más populares de Andalucía. Son alegrías, soleas, seguidillas y tantos otros palos que sirven como manera de expresarse para mucha gente de esta tierra. Es una música que hace sentir a propios y ajenos cuando arranca la guitarra, el cante suena a quejido, a sentimiento íntimo, con acompañamiento de taconeo, palmas y castañuelas, que forman una armonía, una magia, hasta que aparece el ángel, el duende, que se adueña del momento. La Unesco lo declaró en el año 2010 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Fuente: Iberhistoria
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No dudes en dejar tu opinión. Siempre se puede aprender más y corregir errores gracias a quien lee este blog.